En los humanos, el bostezo suele atribuirse al cansancio o al aburrimiento, pero ¿y en los perros? Seguro que muchos pensáis que un bostezo es sólo eso, un bostezo. Sin embargo, el bostezo en perros puede deberse a causas muy diferentes, tanto positivas como negativas y existen señales de alerta que debemos saber reconocer.
Por qué bostezan los perros
Las razones más comunes por las que un perro puede bostezar son: para regular los niveles de estrés, para mostrar confianza o imitar el comportamiento humano, o por cansancio y aburrimiento.
Para determinar la causa exacta, tendrás que aprender a interpretar su comportamiento, teniendo muy en cuenta el contexto del animal en ese momento. Si tu perro bosteza mientras está acostado cómodamente en su cama después de un largo día, probablemente esté cansado. Pero si bosteza repetidamente en una situación nueva o potencialmente estresante (como una clínica veterinaria, por ejemplo), es posible que esté comunicando su ansiedad.
Un perro puede bostezar por miedo o estrés
Cualquier situación con la que tu perro se sienta amenazado o incómodo puede desencadenar bostezos. Hay que observar si es debido a estímulos físicos (como por ejemplo, ruidos fuertes) o si es debido a motivos emocionales. Determinar la causa, nos ayudará a abordar el problema.
En el bostezo en perros por estrés, debemos estar atentos a estas señales de alerta:
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- El bostezo es continúo y exagerado, con la boca muy abierta y la lengua extendida y suele emitir una especie de quejido
- Orejas hacia atrás
- Camina de un lado a otro
- Tiembla
- Jadea de forma excesiva
- O te sigue muy de cerca o se aleja de ti
- Cambia constantemente de postura
- Se lame el hocico…
En este caso, el bostezo es un comportamiento que se conoce como una «señal de calma» o un «desplazamiento de conducta». Las señales de calma son comportamientos que los perros muestran cuando se sienten incómodos o estresados y están intentando calmar una situación. Los desplazamientos de conducta son acciones que parecen fuera de lugar para la situación y que a menudo indican estrés o ansiedad.
En el caso del bostezo, un perro puede bostezar para aliviar su propia tensión o para indicar a los demás (incluidos los humanos) que está incómodo. Es una forma de comunicar que quieren que la situación se calme o que necesitan un poco de espacio.
Por qué el bostezo reduce la ansiedad
El bostezo es un comportamiento comúnmente observado en muchas especies de animales, incluidos los humanos y los perros. A nivel biológico, el bostezo tiene varias funciones potenciales como la regulación de la temperatura cerebral y el aumento del flujo de oxígeno. En el contexto del estrés y la ansiedad, sin embargo, el bostezo puede estar asociado con distintos mecanismos.
Primero, es importante entender que la ansiedad y el estrés son respuestas fisiológicas que implican la liberación de varias hormonas, incluyendo la adrenalina (o epinefrina). Estas respuestas pueden provocar una serie de cambios en el cuerpo, como un ritmo cardíaco acelerado, una respiración más rápida y una mayor vigilancia o alerta. Por lo que podemos decir que el bostezo ayuda a:
- Regular el estrés: Cuando un perro está ansioso o estresado, puede bostezar como una forma de liberar la tensión y el estrés. Algunos investigadores sugieren que el bostezo puede ayudar a contrarrestar estos efectos al reducir la temperatura cerebral y aumentar el flujo de oxígeno, lo que podría tener un efecto calmante. Este comportamiento se puede considerar como un tipo de «desplazamiento de conducta», que son comportamientos que un animal realiza para aliviar el estrés o la tensión en situaciones de conflicto o ansiedad.
- Liberar endorfinas: Algunos estudios sugieren que bostezar puede estar asociado con la liberación de endorfinas, neurotransmisores que nuestro cuerpo produce como respuesta al estrés y al dolor. Las endorfinas actúan como analgésicos naturales y son a menudo referidas como las «hormonas de la felicidad» porque pueden inducir sentimientos de placer y bienestar. Por lo tanto, el perro, al liberar estas sustancias químicas a través del bostezo, está aliviando su estrés y reduciendo su sensación de ansiedad.
- Comunicarse a nivel social: En el caso de animales sociales como los perros, el bostezo es también una forma de comunicar su estado emocional a otros miembros del grupo. Por ejemplo, un perro que bosteza en una situación estresante podría estar indicando a otros perros (o a sus dueños humanos) que está incómodo y necesita que la situación se calme.
En cualquier caso, es importante recordar que el bostezo en sí mismo no es un indicador definitivo de estrés o ansiedad, y debe considerarse en el contexto de la situación general y el comportamiento del perro. Si observas que tu perro está bostezando excesivamente y muestra otros signos de estrés o ansiedad, sería recomendable buscar el consejo de un veterinario o un experto en comportamiento animal.
Un perro puede bostezar por cansancio o agotamiento
Tu perro puede bostezar a menudo si no duerme lo suficiente o la calidad de su sueño es reducida,
Normalmente, las señales físicas que acompañan a este tipo de bostezo son:
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- No muestra interés por el juego
- Está apático, sin vitalidad ni energía
- Jadea intensamente
- Sus orejas y párpados están caídos
Observa si tu perro tiene un lugar tranquilo para dormir o si tiene un compañero que lo molesta o le amenaza… Con frecuencia, en los casos de bostezo por cansancio, suele haber una razón médica que lo provoca (picores contínuos, una artritis que le produce dolor, una infección urinaria…)
Un perro puede bostezar por aburrimiento o frustración
¿Has visto alguna vez a tu perro bostezar durante una sesión de entrenamiento? Esto podría significar que está aburrido o frustrado. Para diferenciar entre aburrimiento y frustración, tendrás que prestar atención a las reacciones de tu perro. Si tu perro no se da cuenta inmediatamente, o abandona el entrenamiento por sí solo, el bostezo podría ser una señal de que necesita un descanso. En este caso, baja el nivel de dificultad o haz que el truco sea más fácil de completar.
Si por el contrario, completa los trucos fácilmente y además de bostezar comienza a:
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- Ladra mucho como quejándose
- Escarba
- Mordisquea cosas
- Camina o corre de un lado a otro
Es una señal de que debes proporcionarle más estímulos para rebajar esa energía sobrante: paseos más largos, socializar con otros perros, juegos nuevos…
Un perro puede bostezar porque se siente relajado o alegre
Si tu perro bosteza mientras lo acaricias, mientras juega o mientras descansa, es un bostezo feliz. Cuando todo está bien, el perro se relaja y disfruta de la situación. El bostezo suele ser lento, con la boca muy abierta y la mandíbula ligeramente caída.
Otros signos de felicidad son:
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- Mueve la cola
- Rueda sobre la espalda mostrando la tripa
- Se tumba con las patas metas debajo de su cuerpo
- Se coloca en postura de jugar
Este tipo de bostezo es el que más se asemeja al nuestro. De hecho hasta podemos “compartirlo”.
¿Puedo “contagiar” mi bostezo a mi perro?
Ya sabemos lo fácil que resulta entre humanos el “contagio” del bostezo, pero… ¿puede “contagiarse” el bostezo entre un perro y su dueño?
La Universidad de Oporto ha realizado un interesante experimento: Los bostezos humanos son «contagiosos» para los perros.
En el estudio, tal como se llevó a cabo, participaron cuatro investigadores de la Universidad de Oporto (Portugal), que seleccionaron a 29 perros que habían vivido con sus dueños durante al menos los últimos seis meses. Para evitar situaciones que pudieran interferir en los resultados, las pruebas se hicieron en sus hogares habituales.
Se emitieron tres «bostezos» diferentes: el del dueño, el de un extraño y un tercero artificial (de un ordenador), en dos sesiones con siete horas de diferencia. Los resultados indicaron que 12 de 29 perros se «contagiaron» de los bostezos de sus dueños, ignorando los demás.
Para los investigadores, el «contagio de bostezos entre humanos y perros» es algo único en el reino animal. Según Karine Silva, de la Universidad de Oporto, los resultados indican que existe empatía de los perros hacia los humanos. Muy pocos animales bostezan, y sólo los perros muestran este curioso «contagio» con los bostezos humanos, rompiendo la barrera interespecies.
En otro estudio de Teresa Romero, Akitsugo Konno y Yoshikazu Hasegawa, académicos de la Universidad de Tokio, concluyeron que el “bostezo contagioso” está relacionado con el nivel de apego social.
Los especialistas también llegaron a la conclusión que el efecto contagioso que hay entre los perros y humanos se da como una señal comunicativa para sincronizar sus actividades, puesto que esta acción no se vio reflejada entre los caninos. Ante esta última situación consideraron que los perros están predispuestos a responder más intensamente a las señales sociales humanas.
Teresa Romero detalló que el contagio de bostezo se puede interpretar como una respuesta a un sentimiento de empatía o cariño que también se produce en los perros, por lo que entre más “amor” tenga la mascota hacia su tutor será más fácil que lo imite.
Un perro puede bostezar antes o después del conflicto con otro perro
En el caso de animales sociales como los perros, el bostezo también podría ser una forma de comunicar su estado emocional a otros miembros del grupo. Por ejemplo, un perro que bosteza en una situación estresante podría estar indicando a otros perros (o a sus dueños humanos) que está incómodo y necesita que la situación se calme.
En cualquier caso, es importante recordar que el bostezo en sí mismo no es un indicador definitivo de estrés o ansiedad y debe considerarse en el contexto de la situación general y el comportamiento del perro.
Conclusión
Los bostezos en los perros son mucho más que un simple acto de cansancio o somnolencia. Son, de hecho, una herramienta sofisticada de comunicación que nuestros amigos de cuatro patas utilizan para expresar una amplia gama de emociones y estados, desde el estrés y la ansiedad hasta la relajación o incluso el aburrimiento.
La capacidad de descifrar estas señales sutiles y entender lo que nuestros perros están tratando de comunicarnos a través de sus bostezos, puede mejorar enormemente nuestra relación con ellos y atender sus necesidades emocionales, proporcionándoles un ambiente más seguro, más confortable y menos estresante.
Recuerda, cada perro es un individuo con su propia personalidad y su propio conjunto de experiencias de vida. Lo que puede ser un signo de estrés en un perro, puede no serlo en otro. Por lo tanto, aprender a ‘hablar perro’ es un viaje continuo de aprendizaje y descubrimiento. Pero es un viaje que vale la pena emprender, porque nos permite establecer una conexión más profunda y significativa con estos maravillosos compañeros de vida.
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