La historia de BELLA
Era sólo un animal más. Allí estaba ella, una gata deteriorada, fea, habitando en los huesos, en mitad de la plaza de un pueblo de Madrid, cuyo nombre no merece ni mención. Duele pensar cómo podemos ser los humanos tan crueles e impasibles a veces.
Seguramente un abandono, otro de tantos… La calle no perdona, sobre todo con aquellos que no han nacido en ella. Y pasaban los días pero nadie se paraba, nadie compasivo. Cuánto tiempo pudieron dejarla así, vomitando lo que comía, si es que comía y con aquellas heridas que ensuciaban aquella plaza sin alma.
Fue un ángel de la guarda, la que tuvo compasión por ese ser, herido y solo. Fue ella quien acudió a su rescate y la que nos pidió ayuda, la única persona que reparó en su frágil belleza. Y así la llamó: BELLA.
Rápidamente todo el equipo de FERAL se puso en marcha y la trasladamos al veterinario. Gracias a Ivan y Carmen de Cesvet, que abrieron la clínica para atenderla de urgencia. Tuvo que quedarse ingresada. El cuadro que presentaba BELLA era grave: pancreatitis, un carcinoma en la oreja y una gran infección en la boca. Aún así, la gatita se aferraba a la vida.
En el estado que llegó BELLA, mucha gente la habría dormido, pero nosotros creemos en las misiones que nos depara la vida. Y queríamos que después de todo el maltrato y la tristeza que había en su corazón, merecía conocer el cariño, la bondad y el amor de verdad.
Tras un mes en el hospital, por fin BELLA se fue con su mami de adopción, TRIANA, un alma buena, que se enamoró de ella desde el primer instante.
A BELLA le cambió la vida, no hay más que ver cómo se transformó su expresión, su mirada… era FELIZ.
Después de un tiempo y como si ya hubiese cumplido su misión aquí, BELLA nos dejó. Sabemos que se fué en paz, sintiendo cada día el gran amor que le profesaba TRIANA.
Esta gatita, invisible para el mundo, dejó una profunda huella en nosotros. Fue tal la conexión con su compañera humana, que se hizo tatuar su rostro para poder tenerla junto a ella, hasta el día que se vuelvan a encontrar… más allá del arco iris🌈
Y no lo olvidéis, los gatos que viven en la calle, tiene dignidad y derechos. Y el principal, EL DERECHO A LA PROPIA VIDA.
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